Investigadores de varios países, coordinados por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y la Universidad de Arizona, han corroborado en un estudio publicado en la revista Cell que animales infectados, como los “perros mapache” y las “civetas”, podrían haber actuado como hospedadores intermediarios del virus.

El análisis se basó en más de 800 muestras tomadas en el mercado y sus alrededores en enero de 2020, revelando que el material genético del virus estaba presente en puestos donde se vendían estos animales salvajes. Aunque no se encontró evidencia directa de animales infectados, el estudio advierte que la interacción cercana entre humanos y fauna salvaje en mercados urbanos densamente poblados representa un alto riesgo para la propagación de virus.

Los científicos subrayan la importancia de investigar a fondo los orígenes del SARS-CoV-2 para mejorar la salud pública global y evitar futuros brotes zoonóticos. Aunque se han implementado medidas de seguridad en laboratorios, el estudio advierte que no se ha hecho lo suficiente para reducir la probabilidad de que otro escenario similar ocurra.

Con información de López-Dóriga Digital.