La embajadora de Líbano ante el Consejo de Derechos Humanos condenó la operación, señalando que entre las víctimas se encontraban cinco niños.

Este incidente se da en el contexto de una escalada de violencia entre Hezbollah e Israel, con intercambios de disparos y ataques aéreos casi diarios desde principios de octubre. Hezbollah respondió al ataque lanzando múltiples cohetes contra la frontera israelí, lo que incrementa el temor de que el conflicto se convierta en una guerra abierta. En su mensaje, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, prometió continuar con los ataques a Israel, en represalia por las recientes ofensivas que han afectado a miembros clave del grupo.

El ataque a Aqil forma parte de una serie de acciones israelíes para debilitar la capacidad operativa de Hezbollah. La operación, que coincide con los bombardeos israelíes en el sur del Líbano, es vista como una respuesta al lanzamiento masivo de cohetes hacia territorio israelí y al sabotaje de dispositivos de comunicación pertenecientes a Hezbollah.

Con información de Infobae.