La furia vecinal estalló en Córdoba cuando más de un centenar de personas atacaron a piedrazos la casa de una adolescente acusada de acosar y maltratar a una compañera con discapacidad. El hecho, que fue registrado en videos y compartido masivamente en redes sociales, muestra la magnitud del descontento colectivo hacia la joven, quien aparece en imágenes burlándose y agrediendo físicamente a la víctima, generando una ola de indignación que desencadenó esta respuesta violenta.

El ataque tuvo lugar luego de que circularan en redes sociales las pruebas del acoso que sufrió la víctima, evidenciando los golpes y humillaciones a las que fue sometida. Esto motivó a los vecinos a tomar la justicia por su propia mano, y, en cuestión de minutos, una multitud se congregó frente a la casa de la presunta agresora, arrojando piedras y objetos contundentes.

La intervención policial fue inmediata, aunque insuficiente para controlar la turba. Durante el operativo, varios agentes resultaron heridos por los proyectiles lanzados en su intento por dispersar a los agresores. Además, cuatro menores de edad, compañeros del mismo instituto al que asisten tanto la víctima como las presuntas acosadoras, fueron detenidos durante el incidente.

El comisario Sebastián Pereyra informó que, ante la escalada de violencia, se decidió colocar una consigna policial permanente para resguardar la integridad de la familia de la acusada. El caso ha desatado un debate intenso sobre la necesidad de abordar el bullying y la violencia en las escuelas, así como la línea que separa la búsqueda de justicia y la toma de represalias, en un acto que evidencia la frustración y el enojo de una comunidad que exige respuestas y soluciones reales.