La trágica muerte de Arina Glazunova, una popular tiktoker rusa de 27 años, ha conmocionado a sus seguidores tras un accidente ocurrido en el metro de Tbilisi, Georgia. La joven estaba grabando un video junto a una amiga cuando, en un momento desafortunado, perdió el equilibrio y cayó por las escaleras. En la grabación, se escucha un grito y el sonido del móvil al caer al suelo. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, Glazunova sufrió un fuerte golpe en la cabeza y no pudieron salvar su vida.

Este lamentable suceso ha abierto un debate en las redes sociales sobre la difusión de imágenes que capturan momentos trágicos. Algunos usuarios defienden la circulación de estas grabaciones como una advertencia sobre los riesgos de grabar contenido para plataformas digitales. En este contexto, el caso de Glazunova no es el único; hace apenas dos meses, el influencer Sharath Kumar falleció tras caer por una catarata mientras intentaba filmar un video, a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades locales.

Las autoridades rusas han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar las circunstancias que llevaron a la muerte de la joven. Mientras tanto, el suceso ha dejado un profundo impacto en la comunidad de creadores de contenido, recordando a todos la delgada línea entre la búsqueda de la viralidad y la seguridad personal.