Liliana Guadalupe, una niña de 12 años que había sido reportada como desaparecida el 19 de octubre en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. La menor vendía dulces en las calles de la capital para apoyar económicamente a su familia, pero no regresó a su hogar en Berriozabal, lo que desencadenó su búsqueda.
De acuerdo con versiones locales, Liliana fue vista por última vez en el Barrio Colón, al norte de Tuxtla, con su canasto de dulces. El miércoles, las autoridades llevaron a cabo cateos en tres viviendas de la colonia, sospechando que la niña podría encontrarse en alguna de ellas.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas informó del hallazgo de un cuerpo dentro de una casa en el Barrio Colón, y poco después, los familiares confirmaron que correspondía a la menor. "Nunca pensamos que a mi sobrina le pasaría esto", declaró Iris, tía de Liliana, quien lamentó haber permitido que la niña saliera a trabajar.
El descubrimiento del cuerpo generó gran consternación entre los vecinos, quienes desde la tarde del miércoles observaron una intensa movilización de las autoridades. Alrededor de las 6 de la tarde, el personal forense retiró el cuerpo del lugar, mientras los vecinos colocaban veladoras a las afueras de la casa donde Liliana fue encontrada enterrada en el patio.
Los residentes exigieron justicia y expresaron su indignación y miedo ante la creciente violencia en la entidad. "No hay seguridad para los niños", señaló Verónica, una vecina que, al igual que muchos, exige que las autoridades den con los responsables de este crimen.
Durante el 2024, Chiapas ha sido testigo de un incremento alarmante de violencia que ha afectado gravemente a los menores de edad, incluidos homicidios y desapariciones. Aunque no se dispone de cifras exactas para homicidios específicos de menores en Tuxtla Gutiérrez, se ha reportado un aumento en los casos de violencia que involucran a niñas y niños en la entidad.
Diversos informes indican que los menores son cada vez más vulnerables a la violencia extrema, tanto por el crimen organizado como por otros factores socioeconómicos. En los últimos meses, varios homicidios de menores han causado gran conmoción en la capital y en otras partes del estado, como el asesinato reciente de un niño de ocho años, víctima de un ataque armado en Tuxtla Gutiérrez.
Estas situaciones evidencian la creciente inseguridad y la necesidad urgente de atención para proteger a los menores en Chiapas.
Con información de Milenio.