Por Redacción Contra Réplica

Xantolo: una celebración que une la vida y la muerte en San Luis Potosí

La celebración del Día de Muertos se enriquece en San Luis Potosí con la tradición del Xantolo, que abarca desde el 29 de septiembre hasta el 30 de noviembre.

El Día de Muertos, que se conmemora el 1 y 2 de noviembre, es una de las tradiciones más emblemáticas de México, resultado de la fusión de rituales prehispánicos y la influencia de la religión católica. Esta festividad se manifiesta a través de la creación de altares en los hogares, donde las familias honran a sus seres queridos fallecidos.

  • La flor de cempasúchil, guía de los espíritus
    Uriel Mancilla, antropólogo y estudiante de doctorado en El Colegio de San Luis, subraya la relevancia de esta celebración al describir los altares como “verdaderas obras de arte efímero”. En ellos se instalan arcos decorativos y se colocan las comidas y bebidas preferidas de los difuntos, como agua, velas, copal, café, chocolate y sal. La cempasúchil, con su intenso color y aroma característico, desempeña un papel crucial al orientar a los espíritus hacia el altar, donde pueden disfrutar de las ofrendas que sus familias les han preparado.

  • Los difuntos que fertilizan la tierra
    En San Luis Potosí, la festividad se enriquece con la tradición del Xantolo, que inicia el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, y concluye el 30 de noviembre. Según la creencia local, durante este tiempo “los difuntos regresan al mundo terrenal para disfrutar de las ofrendas que sus seres queridos han compartido”. Mancilla explica que este ritual no solo simboliza la temporada de lluvias, sino que también actúa como un agradecimiento por las buenas cosechas y los difuntos que “nutren la tierra desde su descanso”. Durante el Xantolo, se celebran intercambios de comida y danzas, donde es común ver a hombres vestidos de mujeres y el uso de máscaras, elementos que enriquecen la festividad.

  • Una reflexión sobre la vida y la muerte
    Mancilla también destaca que “el Día de Muertos no es solo una celebración; es una oportunidad para reflexionar sobre la vida y la muerte”. Esta tradición invita a las familias a limpiar las tumbas de sus seres queridos, reunirse y compartir recuerdos, fomentando la convivencia y el sentido comunitario. Además, el estudio de estas prácticas desde el ámbito de las ciencias sociales ofrece una comprensión profunda de las dinámicas de organización social, la significación cultural y la diversidad que caracterizan a México.

Desde El Colegio de San Luis, se investiga y da vida a estas expresiones culturales que nos conectan con nuestras raíces, recordándonos que, aunque los seres queridos ya no estén físicamente con nosotros, su legado perdura en nuestras tradiciones y memorias, concluye el antropólogo.