Por Kenia Hernández

Líneas Podotáctiles es solo un primer pequeño paso para la movilidad inclusiva en el Centro Histórico

Inicia la instalación de líneas podotáctiles en el Centro Histórico de SLP, un avance hacia la movilidad inclusiva, aunque usuarios con discapacidad visual urgen mayores mejoras y empatía social.

Continúa el proceso de instalación de las líneas podotáctiles en el Centro Histórico. En el marco de esta renovación, un primer pequeño paso hacia la movilidad inclusiva, como testimonio para ContraRéplica, un usuario nos compartió su experiencia como peatón con discapacidad visual.

Imaginar vivir en un mundo en el que caminar es una travesía, es en realidad, una incertidumbre transminada para quienes tienen una discapacidad. De acuerdo con las estadísticas del INEGI, en la capital potosina residen 37, 413 personas con algún tipo de discapacidad. Entre ellas, 21,998 son personas con discapacidad visual."

Sí de hecho, sí de repente pues sí batalla uno para andar por estás áreas porque no había una guía para desplazarnos, nosotros más que nada... A veces la misma gente no lo respeta y están parados en la misma guía y a veces como uno, va por la guía caminando y ahora sí que, pues sin querer los golpeamos con el bastón. Y alguna gente sí se molesta. Incluso a veces he tenido que me rompen los bastones porque la misma gente va caminando y no se fija y de repente se nos cruzan", declaró Leobardo, usuario peatonal en la capital.

Según lo establecido por el artículo 4° constitucional, la movilidad en México es un derecho que debe garantizar que todas las personas transiten en espacios públicos de manera segura, inclusiva y accesible.

En particular, el proyecto promovido por el DIF Municipal plantea además de implementar líneas podotáctiles, la instalación de señalamientos en braille en el Centro Histórico, uno de los puntos más transitados de la capital. No obstante, desde el testimonio de uno de sus transitantes, Leobardo expresa que hacen falta otras más modificaciones.

"Antes aquí en el cruce de Constitución y Manuel José Othón, los semáforos tenían un timbre, un sonido. Como si fuera un pajarito. Eso para nosotros nos ayudaba bastante, pero desde que lo quitaron, cuando no hay agente de tránsito pues sí se nos complica un poquito más... Me ha tocado que a veces voy como a mitad de la calle y cambia, y a veces la gente pues no te ayuda" declaró.

Desde su trayectoria diaria por el centro histórico, la historia de Leobardo es una entre el 42.7% de hombres que tienen debilidad visual y se enfrentan no solo a obstáculos limitantes del espacio como baches, alcantarillas abiertas o puestos ambulantes; si no que también lidian con la falta de infraestructura y falta de conciencia de otros usuarios quiénes no les facilitan su camino. En ese sentido, se denota aún, una falta en materia del derecho de movilidad, para una ciudad inclusiva para todos.

No obstante y como él mismo observó, este es un pequeño paso que amerita la atención de todos.