Por Redacción Contra Réplica

Sirios protestan en Damasco exigiendo democracia y defendiendo derechos de las mujeres

Manifestantes claman por un Estado secular tras la caída del régimen de Bashar al Asad.

Cientos de personas se reunieron en la plaza de los Omeyas en Damasco para demandar democracia y rechazar la imposición de un Estado religioso, apenas 10 días después de que la capital siria cayera bajo el control de una coalición rebelde liderada por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS).

“Queremos democracia, no un Estado religioso”, coreaban los manifestantes, quienes portaban pancartas con mensajes como “Siria, Estado libre y secular” y “No hay nación libre sin mujeres libres”. Majida Mudares, una funcionaria jubilada de 50 años, expresó: “La era del silencio terminó. Nosotros, los sirios, hombres y mujeres, tenemos un papel que desempeñar en la construcción de la nueva Siria”.

La coalición de HTS, considerada un grupo terrorista por varias naciones occidentales, derrocó al régimen de Bashar al Asad el 8 de diciembre tras una ofensiva de 11 días. Al Asad huyó a Moscú, poniendo fin a más de 20 años de gobierno autoritario. Aunque las nuevas autoridades han prometido respetar las libertades y derechos de todos, persisten los temores de una imposición de políticas islamistas conservadoras.

Durante la manifestación, la presencia de unos pocos combatientes armados generó tensión. Uno de ellos afirmó que “la revolución siria triunfó por la fuerza de las armas”, pero fue rápidamente abucheado con gritos de “abajo el gobierno de los militares”.

La protesta fue descrita como un “golpe preventivo” contra la instauración de un régimen conservador por la actriz Raghda al Jatib. La polémica aumentó recientemente cuando Obaida Arnaout, un representante político de las nuevas autoridades, declaró que era “prematuro” incluir a mujeres en roles ministeriales o parlamentarios. Bajo el mandato de Al Asad, las mujeres representaban entre el 20% y el 30% de estos cargos.

El futuro de Siria permanece incierto mientras el país enfrenta el desafío de equilibrar las demandas de libertad y democracia con las divisiones internas y la influencia de grupos armados.

Con información de El Sol de México.