Un hombre de 28 años fue arrestado el 24 de diciembre después de apuñalar a dos personas en la estación de metro Grand Central de Manhattan. Las víctimas, un hombre de 42 años y una mujer de 26, fueron trasladadas al hospital en condición estable. El agresor enfrenta cargos por agresión y amenazas.
Este ataque se suma a una serie de incidentes violentos que han incrementado la preocupación por la seguridad en el sistema de metro de Nueva York. Apenas dos días antes, el 22 de diciembre, una mujer fue quemada viva en un vagón estacionado en Brooklyn, un crimen que también ha puesto en alerta a las autoridades. El sospechoso de este ataque, un hombre de 33 años, fue detenido y enfrenta cargos de asesinato.
Las autoridades han destacado que ambos agresores tienen antecedentes de enfermedad mental, lo que ha provocado un debate sobre la necesidad urgente de integrar la atención de la salud mental dentro de las políticas de seguridad pública. Además, se ha señalado que estos hechos reflejan la creciente violencia en la ciudad, que está afectando cada vez más a los ciudadanos comunes en sus desplazamientos diarios.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, expresó su preocupación por estos crímenes y subrayó la importancia de reforzar las medidas de seguridad en el metro. En respuesta, la policía ha aumentado la presencia de oficiales en las estaciones de metro, implementando patrullajes más frecuentes y presencia visible en áreas de alto tráfico. Sin embargo, los usuarios del servicio de transporte público han manifestado su creciente temor y exigen acciones más firmes y rápidas para garantizar su seguridad en el día a día.