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Martha Navarro
El mundo de los introvertidos

Fin de año

Querido lector,

Hoy cierro esta columna con un corazón lleno de gratitud y cariño. Este 2024 fue un año de retos, aprendizajes y también de grandes logros. Desde el fondo de mi ser, quiero agradecerles a cada uno de ustedes por tomarse el tiempo de leer, reflexionar y acompañarme a través de estas líneas. Gracias por estar aquí, por hacer de mi columna un espacio vivo y por permitirme formar parte de sus pensamientos, aunque sea por unos minutos cada semana.

A lo largo del año, tocamos variedad de temas importantes. Hablamos un poco de política y  reformas, de los sueños que queremos alcanzar como sociedad, pero más que nada, platicamos sobre la salud mental, y sobre las pequeñas victorias que nos mantienen de pie. Este espacio no sería lo mismo sin ustedes, y debo admitir que tenerlos es algo que me inspira a mejorar cada día.

Este 2024 me recordó que el mundo está en constante cambio y que cada uno de nosotros tiene un papel fundamental en el. Creo que uno de los aprendizajes más grandes que tuve, fue entender que aunque los desafíos son grandes, también lo es la capacidad de unirnos y salir adelante. Y si algo me quedó claro, es que la juventud tiene una voz poderosa, una que no teme cuestionar, exigir y construir un futuro mejor.

Mientras escribo estas palabras, no puedo evitar pensar en cómo este espacio, “El mundo de los introvertidos”, se ha convertido en un refugio para mí y espero que para ustedes también. Un lugar donde juntos exploramos nuestras inquietudes y encontramos respuestas, o al menos, nuevas preguntas que nos impulsan a seguir buscando. Este año reafirmé mi compromiso con ustedes, seguir siendo una voz honesta y cercana, que pone sobre la mesa temas que necesitan ser discutidos.

Ahora que 2024 llega a su fin, quiero invitarlos a mirar hacia adelante con optimismo. Cada nuevo año es una oportunidad para reinventarnos, para corregir lo que no salió como esperábamos y para abrazar nuevas oportunidades. Mis deseos para ustedes son simples pero sinceros, que este 2025 les traiga salud, amor, proyectos que los llenen de pasión y momentos inolvidables junto a las personas que aman. Que cada día encuentren una razón para sonreír y para seguir luchando por sus sueños.

Es importante también reconocer que, aunque despedimos el año con esperanza, los desafíos que enfrentamos no desaparecen con el cambio de calendario. Queda mucho por hacer, trabajar por una sociedad más justa y compasiva, y contribuir desde donde podamos para que las generaciones futuras encuentren un mundo mejor, pero estoy convencida de que, si seguimos unidos y comprometidos, podemos lograrlo.

Me despido con el compromiso de seguir escribiendo con el mismo entusiasmo y dedicación. Este espacio es tan suyo como mío, y espero que en 2025 sigamos creciendo juntos, aprendiendo, cuestionando y, sobre todo, construyendo un mundo más justo y empático.

Gracias por su tiempo, su confianza y su compañía. Que el próximo año esté lleno de luz para todos ustedes.

Con gratitud y cariño,
Martha Navarro