Por Redacción Contra Réplica

El Día de Reyes: Una Tradición que Une Historia, Fe y Cultura

El 6 de enero marca la celebración de los Reyes Magos, un día lleno de simbolismo religioso y cultural que cierra las festividades de Navidad y Año Nuevo, conmemorando la visita de los Magos al Niño Jesús.

Este lunes 6 de enero, millones de personas alrededor del mundo celebran el Día de Reyes, una festividad que va más allá de los obsequios y las celebraciones festivas. Este día simboliza la culminación del ciclo navideño, con un enfoque especial en la Epifanía, cuando los Reyes Magos, figuras emblemáticas de la tradición cristiana, ofrecieron sus regalos al Niño Jesús en Belén, según el relato bíblico.

El origen de esta fecha está profundamente enraizado en la historia y la cultura. En el contexto religioso, la Epifanía, que significa “manifestación” en griego, recuerda la revelación de Jesús como el Mesías, un acontecimiento clave en el cristianismo. Para muchas culturas de tradición católica, como en los países hispánicos, este día es sinónimo de regalos y actos simbólicos, pero también de una rica historia que remonta a los primeros siglos del cristianismo.

Aunque el Evangelio de San Mateo es el único que menciona a los Reyes Magos, los detalles sobre ellos son escasos. El texto no precisa su número, ni sus nombres, ni los describe como “reyes”. Son referidos como “magos” de Oriente, un término que se asociaba en la época a astrólogos y sabios, probablemente sacerdotes de antiguas religiones como el zoroastrismo, originarios de regiones como Persia, Arabia o Caldea.

Con el paso del tiempo, la tradición popular fue enriqueciendo la historia, dando a los Magos nombres específicos: Melchor, Gaspar y Baltasar, a partir de representaciones artísticas que comenzaron a surgir en el siglo VI en Italia. A medida que se fue difundiendo la tradición, los Reyes Magos comenzaron a ser vistos como representantes de las tres edades del hombre y de las razas conocidas en Europa en aquel entonces: la europea, la asiática y la africana. Estos detalles, aunque no aparecen en los textos bíblicos, han sido fundamentales en la formación de la celebración que conocemos hoy.

La figura de los Reyes Magos fue especialmente venerada durante la Edad Media, periodo en el que se les atribuyó poderes milagrosos. En ciertos lugares, las iniciales de sus nombres, GBM, eran inscritas en puertas como protección contra enfermedades y demonios. Además, se consideraba que la estrella que siguieron los Magos era un evento celestial único que simbolizaba la llegada del Salvador.

En paralelo, la Iglesia católica asoció esta fecha con la festividad de la Epifanía, con el fin de conmemorar no solo la visita de los Reyes, sino también el bautismo de Jesús y su primer milagro en las bodas de Caná. Esta celebración, que se remonta al siglo IV, ha sido vista como una manera de cristianizar festividades paganas que se celebraban en el mismo período, como las dedicadas a los dioses del vino y el tiempo eterno.

Las tradiciones relacionadas con el Día de Reyes han adquirido un sabor muy particular en cada región. En España y América Latina, es común que los niños dejen sus zapatos bien limpios y coloquen pasto o agua para los camellos de los Reyes, como parte de una costumbre que premia el buen comportamiento. Además, las cabalgatas de Reyes, especialmente en ciudades como Alcoy en España, se han convertido en un desfile de luces y color, donde los Reyes Magos recorren las calles en carrozas, lanzando dulces y generando una algarabía que encanta a grandes y chicos.

El Día de Reyes también es sinónimo de compartir el tradicional roscón de Reyes, un bollo con forma de corona, adornado con frutas confitadas que representan las joyas de los Reyes. Esta costumbre tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se celebraba una festividad similar en honor al Sol Invicto, durante la cual se partía un pastel especial.

El 6 de enero, por tanto, no es solo un día de regalos y celebraciones, sino un recordatorio de la historia, la cultura y la fe que une a diversas generaciones. Con cada tradición que se celebra, desde las cabalgatas hasta el roscón de Reyes, se revive una historia que ha perdurado por siglos, trayendo consigo el mensaje de esperanza, generosidad y unidad.