Por Cindy Palencia

Nicolás Maduro asume su tercer mandato en Venezuela

Controversia por los comicios y las denuncias de fraude marcan el inicio del periodo 2025-2031.

El presidente Nicolás Maduro juró como mandatario de Venezuela para el periodo 2025-2031 en una ceremonia realizada en la Asamblea Nacional, en Caracas. Maduro estuvo acompañado por la primera dama, Cilia Flores, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez. Sin embargo, el acto estuvo opacado por la ausencia de la mayoría de los presidentes sudamericanos y las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición.

En los comicios de julio, la oposición aseguró que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el legítimo ganador. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo, avaló los resultados que otorgaron a Maduro la victoria. Este tercer mandato consecutivo consolida a Maduro como uno de los líderes más longevos en el poder en América Latina, a pesar de las críticas internacionales y las sanciones económicas impuestas al país.

Nicolás Maduro asumió la presidencia en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, su predecesor y mentor político. Desde entonces, ha enfrentado una fuerte oposición interna e internacional, pero ha logrado mantenerse en el poder debido al control que el chavismo ejerce sobre las principales instituciones del país, como el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, lo que ha permitido manejar los procesos electorales a su favor. Además, la división de los partidos opositores ha debilitado la capacidad de articular una alternativa política sólida, mientras que el uso del aparato estatal ha asegurado la lealtad de las fuerzas armadas y su base electoral.

Aunque el mandato de Maduro ha estado marcado por una profunda crisis económica, social y humanitaria, su gobierno ha mantenido alianzas estratégicas con países como Rusia, China e Irán, que han brindado apoyo político y económico. La ceremonia de toma de posesión reflejó el aislamiento diplomático de Venezuela, ya que la mayoría de los presidentes sudamericanos no asistieron, dejando claro el escepticismo internacional hacia su administración. Diversas organizaciones han pedido una auditoría independiente de los resultados electorales, pero el chavismo continúa avanzando con su proyecto político, mientras el país enfrenta altos índices de pobreza, migración masiva y crisis política.