Se frustró el proyecto del alcalde de San Luis Potosí, Xavier Nava Palacios, de ser el candidato a la gubernatura por el partido de Morena, el intento lo hicieron el gobernador Juan Manuel Carreras López y el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, cabildearon en el primer círculo del presidente López Obrador, le enviaron varios mensajes sin recibir respuesta alguna.

La postura de AMLO es muy clara y directa, no va a impulsar al gobierno potosino a un alcalde panista que antes usó al PRD para ser diputado federal y es aliado político y amigo personal de los perredistas Jesús Ortega, Fernando Belaunzarán y Guadalupe Acosta Naranjo, los traidores de la izquierda que impulsaron el pacto neoliberal conocido como “Pacto por México”, hoy en el basurero de la historia.

Nava ya tiene méritos sobrados como detractor de AMLO, ha participado en protestas en su contra y ha firmado varios desplegados que atacan a la Cuarta Transformación, Nava es un “fifí”, exige más recursos y no aplica medidas de austeridad, entrega las obras a la mafia prianista de la construcción y como alcalde gana lo mismo que el presidente.

En Morena sí tienen memoria y le han recordado la serie de agravios que ha cometido en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación; para empezar el dirigente estatal de Morena, Sergio Serrano, declaró que está descartado como candidato y le recomendó que si quiere primero se ponga a acomodar sillas y a barrer.

Desde que AMLO tomó posesión de la Presidencia de la República, Nava Palacios se ha dedicado a cuestionarlo, a enfrentarlo al menor pretexto, fue de los alcaldes que encabezó aquella protesta afuera de Palacio Nacional, e intentaron tumbar la puerta principal y fueron gaseados.

Después también formó parte de la protesta en la Cámara de Diputados para exigir más recursos a los municipios y rompieron una puerta de vidrio al entrar por la fuerza y otro agravio más fue cuando encabezó codo a codo con  Javier Sicilia una marcha que partió de Cuernavaca por la matanza de varios miembros de la familia Lebarón.

Nava Palacios ha abandonado sus labores oficiales por andar de mitotero en protestas anti-AMLO, y así quiere ahora que lo consideren como candidato a la gubernatura, cuando uno de los principales aspirantes es el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, quien sí goza de la simpatía y apoyo de AMLO.

Nava no se identifica en absoluto con las tres premisas presidenciales de no robarás, no mentirás y no traicionarás al pueblo; y se refiere siempre con desprecio a la clase trabajadora.

Las protestas dominicales que se realizan en caravana de autos por los golpistas del FRENAAA son apoyadas por Nava con vales de gasolina, logística y abanderamiento de agentes de tránsito, no pocos de los participantes son funcionarios de primer nivel del ayuntamiento y sus familiares.

Con estos antecedentes era imposible que Nava se convirtiera en el candidato a gobernador de Morena, las encuestas lo colocan muy abajo pese a que en menos de un año ha gastado casi 100 millones de pesos en propaganda personalizada en medios locales y nacionales, como si fuera dinero suyo ha entregado camiones para la basura en varios municipios e incurre de manera reiterada en actos anticipados de campaña.

Además antes que él están otros mejor posicionados y congruentes en la política y su vida pública para ser postulados por Morena como Esteban Moctezuma, Ricardo Gallardo Cardona y Juan Ramiro Robledo, no hay cabida para Nava en este partido y no le quedó de otra que tragar saliva y verles la cara a los panistas que tienen muchas reservas, ya los ha traicionado y desconfían mucho de él.

Nava está dedicando más tiempo en lograr que el PAN lo acepte como candidato a la gubernatura que a sus obligaciones como alcalde. Ya tiene la franquicia del PRD que se quedó sin militancia y también presiona para que México Nuevo, de Felipe Calderón, lo considere como prospecto, no le importa que ese partido esté bajo sospecha de haber recibido recursos del crimen organizado a través de Genaro García Luna, procesado en Nueva York.