La pérdida del conocimiento concentrado en los extintos órganos autónomos es el costo de una reestructuración del Estado mexicano en el que su personal de expertos ya no tiene cabida.
Así lo advierte Mario Luis Fuentes, exdirector del IMSS, DIF y fundador de México Social, al sostener que en el país se experimenta un profundo cambio en el perfil de los integrantes de su burocracia.
Con una situación laboral ahora incierta, los más de 4 mil especialistas que irán saliendo de la nómina de la administración pública en los próximos meses aún esperan noticias de su futuro inmediato.
Hipólito Romero Reséndez, maestro en Administración Pública, con especialidad en Derecho del Trabajo, advierte sin embargo que los empleados de los desaparecidos autónomos están ahora “en el limbo laboral”.
Exdirector de lo Contencioso en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el también académico asegura que, aun cuando la experiencia indica que la legislación vigente complica la situación de estos trabajadores, el gobierno está obligado a cumplir con los convenios internacionales del trabajo digno y decente; esto, explica, significa una indemnización decorosa.