Por Redacción Contra Réplica

ONU recuerda a Estados Unidos la obligación de respetar los derechos humanos de los migrantes en medio de nuevas medidas de Trump

La ONU insta a garantizar el acceso seguro y justo a la solicitud de asilo y rechaza las expulsiones colectivas tras las nuevas políticas migratorias de Trump.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos emitió un recordatorio a Estados Unidos y a otros países miembros sobre su responsabilidad de respetar las libertades fundamentales de los migrantes, en particular el derecho a solicitar asilo, en respuesta a las nuevas medidas implementadas por el presidente Donald Trump en la frontera con México. La portavoz de la oficina, Ravina Shamdasani, destacó la importancia de asegurar que las políticas migratorias se ajusten a los estándares internacionales de derechos humanos.

“Si bien todos los Estados tienen derecho a ejercer jurisdicción en sus fronteras, deben hacerlo conforme a sus obligaciones internacionales de derechos humanos”, señaló Shamdasani, quien subrayó que es crucial gestionar las fronteras de manera humana y respetuosa con la dignidad de los migrantes.

La portavoz enfatizó que todos los países deben garantizar una evaluación individualizada de las circunstancias de los migrantes al momento de su solicitud de asilo, una medida que considera esencial para proteger los derechos de las personas que huyen de la violencia o de condiciones de vida extremas. Además, condenó las prácticas de expulsiones colectivas y detenciones arbitrarias, que violan los principios fundamentales de derechos humanos.

“Pedimos a todos los Estados que aumenten la disponibilidad de vías seguras y legales para la migración”, agregó Shamdasani, destacando que la migración regular y ordenada es la vía más justa para asegurar la seguridad y los derechos de los migrantes.

Este pronunciamiento de la ONU llega después de que el presidente Trump, en su primer día de mandato, declarara una “emergencia nacional” en la frontera con México, y dictara una serie de órdenes ejecutivas para cumplir sus promesas de militarizar la frontera y limitar el acceso de migrantes y solicitantes de asilo. Entre sus medidas más controvertidas se encuentran la prohibición de entrada a ciertos migrantes y la amenaza de deportar a los más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.

El gobierno de Trump ha insistido en que estas medidas son necesarias para garantizar la seguridad nacional, pero las organizaciones internacionales y los defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por los riesgos que estas políticas representan para la integridad de los migrantes y su acceso a la justicia.

En este contexto, la ONU hace un llamado a Estados Unidos para que mantenga su compromiso con la protección de los derechos humanos de los migrantes, recordando que el respeto a su dignidad y derechos no solo es un deber ético, sino una obligación legal bajo el derecho internacional.