Por Cindy Palencia

Descibran texto calcinado después de 2,000 años

La tecnología abre la puerta a descifrar documentos carbonizados hace 2.000 años por la erupción del Vesubio.

Un equipo de científicos ha logrado un avance histórico en el desciframiento de antiguos pergaminos carbonizados hace 2.000 años, tras la erupción del Monte Vesubio, que destruyó la ciudad romana de Herculano. Utilizando una combinación de inteligencia artificial (IA) y métodos de escaneo avanzados, los investigadores han comenzado a leer las primeras palabras de estos documentos, desvelando parte de su contenido valioso y único de la antigua Roma.

Los pergaminos fueron descubiertos en la década de 1750 en una lujosa villa romana, conocida como la Villa de los Papiros. La erupción del Vesubio, aunque devastadora, preservó los pergaminos dentro de bloques carbonizados que, si se desenrollan físicamente, se desintegran, dificultando su lectura. La mayoría de estos pergaminos se encuentran hoy en la Biblioteca Nacional de Nápoles.

El proceso de desciframiento ha sido largo y complejo, pero recientemente, el laboratorio Diamond Light Source, cerca de Oxford, escaneó uno de los pergaminos utilizando un acelerador de partículas, conocido como sincrotrón, para generar rayos X de alta intensidad. A partir de estas imágenes, los científicos emplearon IA para unir las imágenes, identificar trazos de tinta y mejorar la visibilidad del texto, obteniendo una imagen 3D del pergamino que permitió su desenrollado virtual.

Aunque el progreso ha sido limitado hasta ahora y solo se ha logrado leer algunas palabras, como el término griego para "disgusto", los académicos están optimistas sobre los avances futuros. Peter Toth, curador de colecciones griegas en la Bodleiana, indicó que aún queda un largo camino por recorrer, pero expresó su confianza en que la calidad de las imágenes mejorará, lo que permitirá descifrar más contenido de estos pergaminos.

Este descubrimiento ofrece una nueva oportunidad para conocer más sobre el pensamiento y la cultura de la antigua Roma, y los investigadores esperan que en el futuro se pueda utilizar esta tecnología para acceder a más textos, no solo de los pergaminos de Herculano, sino también de otros documentos conservados en Nápoles.