Por Cindy Palencia

Científicos cultivan garbanzos en la Luna

Un innovador experimento abre nuevas posibilidades para la agricultura en el espacio.

Un innovador experimento logró cultivar garbanzos en condiciones que imitan el suelo lunar, utilizando únicamente micorrizas y lombrices para mejorar la calidad del sustrato. Este avance marca un hito en la investigación espacial y la agricultura extraterrestre.

Un equipo de científicos diseñó un experimento para cultivar garbanzos en un entorno que simula el suelo lunar, caracterizado por su baja materia orgánica y presencia de metales pesados. Para superar estas limitaciones, se incorporaron micorrizas, hongos que establecen una relación simbiótica con las raíces de las plantas, facilitando la absorción de nutrientes esenciales. Además, se introdujeron lombrices en el sustrato, cuya función es airear y enriquecer el suelo, transformando la materia orgánica y creando un ambiente propicio para la germinación y desarrollo de los garbanzos.

Jessica Atkin, investigadora principal del proyecto, destacó que este logro representa un avance significativo, ya que demuestra la viabilidad de cultivar alimentos en condiciones que imitan ambientes extraterrestres. Sin embargo, señaló que es necesario analizar las concentraciones de metales pesados en las plantas resultantes, ya que podrían presentar niveles tóxicos en las primeras generaciones. Aunque en un principio los garbanzos cultivados en estas condiciones no serían aptos para el consumo humano, se espera que, mediante procesos de biorremediación, las toxinas se eliminen gradualmente, permitiendo la producción de alimentos seguros en el futuro.

Este experimento desafía las expectativas tradicionales de la agricultura y demuestra que la combinación de micorrizas y lombrices puede transformar un suelo desprovisto de vida en un medio fértil, incluso bajo condiciones extremas como las que se podrían encontrar en la Luna. Además, abre la puerta a nuevos estudios que podrían extender esta técnica a otros cultivos, ampliando las posibilidades de autosuficiencia alimentaria en misiones espaciales de larga duración.