El Senado de México aprobó una reforma constitucional que prohíbe la reelección y el nepotismo en cargos públicos. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum propuso que la medida entrara en vigor en 2027, la mayoría parlamentaria de Morena y sus aliados decidieron aplazar su aplicación hasta 2030.
La reforma, presentada el 5 de febrero, busca impedir que familiares directos de funcionarios salientes se postulen para sucederlos, una práctica común en la política mexicana. Además, elimina la posibilidad de reelección en diversos puestos públicos. La oposición ha criticado el aplazamiento, argumentando que beneficia a políticos oficialistas que buscan mantener el poder en sus familias.
La iniciativa aún debe ser aprobada por la Cámara de Diputados. De implementarse, afectará a diversas "dinastías políticas" en México, donde clanes familiares han controlado municipios durante décadas. La reforma pretende asegurar que los cargos sean ocupados por personas con méritos y capacidades, y no solo por vínculos familiares.
Este movimiento legislativo forma parte de las 100 propuestas presentadas por la presidenta Sheinbaum al inicio de su mandato, enfocadas en fortalecer la democracia y combatir la corrupción en el país.