El Papa Francisco, de 88 años, lleva 28 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral y otras complicaciones respiratorias. Según el último parte médico, la reciente radiografía de tórax muestra una mejora en su estado de salud. A pesar de la complejidad de su cuadro clínico, su situación se mantiene estable y los médicos ya no consideran su caso de pronóstico reservado, lo que significa que no está en peligro inminente.
Durante su estancia en el hospital, Francisco ha recibido visitas de altos funcionarios del Vaticano, como el cardenal Pietro Parolin, y sigue participando en actividades como ejercicios espirituales a través de videoconferencia. Aunque no puede aparecer en público, sigue comunicándose con los fieles mediante mensajes de audio y homilías, que se leen en su nombre.
El Papa Francisco ha enfrentado varios problemas de salud en el pasado, incluyendo una operación de pulmón realizada en Argentina hace 30 años. Recientemente, sufrió una contusión en el antebrazo derecho tras caerse en la Casa de Santa Marta.
La comunidad católica mundial sigue de cerca la evolución de la salud del pontífice, esperando su pronta recuperación para que pueda retomar sus labores pastorales y continuar liderando la Iglesia.