El fotógrafo independiente Pablo Grillo, de 35 años, se encuentra en estado crítico en terapia intensiva luego de ser gravemente herido durante una protesta de jubilados que derivó en violentos enfrentamientos frente al Congreso Nacional en Buenos Aires este miércoles. Grillo, quien realizaba una cobertura fotográfica, recibió el impacto directo de una cápsula de gas lacrimógeno disparada por efectivos policiales, según se observa en un video difundido en redes sociales.

En las imágenes, Grillo aparece tomando fotos agachado detrás de una valla en llamas y rodeado de gases lacrimógenos, momentos antes de que el proyectil lo golpeara en la cabeza. El impacto le causó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica, dejándolo inconsciente en el acto. Colegas periodistas y manifestantes lo auxiliaron de inmediato, y fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde fue sometido a una cirugía de emergencia.

La situación del fotógrafo es crítica y de “pronóstico reservado”, según fuentes médicas. Debido a la importante pérdida de sangre, el hospital lanzó un llamado urgente solicitando donantes de sangre de cualquier tipo para apoyar su recuperación.

El alcalde de Buenos Aires, Jorge Macri, lamentó el incidente y envió mensajes de apoyo a la familia de Grillo y a todos los afectados por los disturbios. “Grillo se encuentra peleando entre la vida y la muerte”, afirmó Macri, quien atribuyó los enfrentamientos a “grupos violentos muy organizados”, causando daños estimados en 260 millones de pesos argentinos (aproximadamente 212 mil dólares).

Los disturbios dejaron más de 100 detenidos y al menos 45 heridos, incluyendo 20 policías. La Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (ARGRA), organización de la que Grillo es egresado, condenó enérgicamente la actuación policial y exigió al presidente Javier Milei que aparte del cargo a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a los responsables directos del operativo.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se comprometió a esclarecer el incidente, aunque lo calificó como un “accidente no previsto”. Mientras tanto, cientos de ciudadanos salieron a protestar en distintos puntos de la capital argentina, expresando repudio por la violencia policial y solidaridad con los afectados, especialmente con Grillo.

El caso ha generado indignación y reclamos de justicia, poniendo en evidencia la tensión social y política en Argentina.