El papa Francisco aprobó un nuevo proceso de tres años para considerar reformas de la Iglesia católica, informó el Vaticano, en una señal de que el Pontífice de 88 años planea continuar a pesar de su hospitalización.
Francisco ha ampliado el trabajo del Sínodo de los Obispos, una iniciativa central de su papado, que ha discutido reformas como la posibilidad de que las mujeres sirvan como diáconos, una mejor inclusión de las personas LGBTQ en la Iglesia, así como también de los laicos en la gobernanza y la toma de decisiones.
El sínodo, que el pasado octubre celebró una cumbre de obispos sobre el futuro de la Iglesia que no resultó concluyente, celebrará ahora consultas con católicos de todo el mundo durante los próximos tres años, antes de organizar una nueva reunión en 2028.
La aprobación del nuevo proceso de reformas ocurrió el martes en el hospital Gemelli de Roma, donde Francisco es atendido, pero apenas ayer lo informó la Santa Sede.