La administración de Donald Trump suspendió ayer a los periodistas de la Voz de América (VOA) y de otras emisoras financiadas por Estados Unidos, congelando abruptamente a medios de comunicación considerados críticos para contrarrestar la ofensiva informativa de Rusia y China.
Cientos de reporteros y otros miembros del personal de VOA, Radio Free Asia, Radio Free Europe y otras emisoras recibieron un correo electrónico este fin de semana en el que se les prohibía el acceso a sus oficinas y debían entregar los pases de prensa, sus teléfonos de oficina y otros equipos.
Trump emitió el viernes una orden ejecutiva que incluye a la Agencia Estadunidense de Medios Globales entre los “elementos de la burocracia federal que el presidente ha determinado que son innecesarios”.
Harrison Fields, un funcionario de prensa de la Casa Blanca, escribir simplemente “adiós” en 20 idiomas, un sarcasmo hacia la cobertura multilingüe de la VOA.
El director de VOA, Michael Abramowitz, dijo en Facebook ser parte de unos mil 300 empleados que se quedaron sin trabajo.
El director de Radio Free Europe/Radio Liberty calificó la cancelación de la financiación como “regalo masivo a los enemigos de Estados Unidos”.
Radio Free Asia, creada en 1996, considera que su misión es informar sin censura en países sin medios de comunicación libres, como China y Corea del Norte.
“No se trata sólo de perder tu salario, tenemos personal que teme por su seguridad, reporteros que trabajan bajo el radar de países autoritarios en Asia, o personal en EU que teme una deportación”, dijo un empleado de la cadena.
Los demócratas Gregory Meeks y Lois Frankel dijeron en un comunicado que la movida de Trump “causa un daño duradero a los esfuerzos de EU para contrarrestar la propaganda en el mundo”.