A los 20 años, Hemingway participó en los intensos combates, sobreviviendo a múltiples enfrentamientos, incluso saltando en paracaídas de su avión en dos ocasiones. En 1941, fue galardonado con la Cruz de Vuelo Distinguido por su valentía. Sin embargo, siempre restó importancia a su heroísmo, destacando la suerte como factor clave en su supervivencia.
En su momento, el primer ministro Winston Churchill elogió a los pilotos británicos, afirmando que "nunca en el campo del conflicto humano tantos le debieron tanto a tan pocos". Desde entonces, los pilotos de la Batalla de Inglaterra han sido venerados como héroes nacionales. Hemingway continuó su carrera en la RAF tras la guerra y se retiró en 1969 después de más de 30 años de servicio.