El regreso a la Tierra de los astronautas Sunita Williams (59 años) y Barry "Butch" Wilmore (62 años) tras 286 días atrapados en la Estación Espacial Internacional (EEI) no solo dejó imágenes impactantes de su deterioro físico —cabello encanecido y complexión demacrada—, sino que también encendió las alarmas médicas: estudios de la NASA advierten que padecerán dolores de espalda crónicos por el resto de sus vidas, una condición que afecta al 30% de los astronautas en misiones prolongadas.
La columna vertebral: la gran víctima de la microgravedad
En el espacio, la falta de gravedad hace que la columna se estire hasta 7 cm, perdiendo su curvatura natural. Al regresar a la Tierra, los discos vertebrales y músculos circundantes —debilitados por la atrofia muscular y la pérdida ósea— no logran recuperar su fuerza original, generando:
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Dolor agudo al reintegrarse a la gravedad terrestre.
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Riesgo de hernias discales por la compresión repentina.
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Inestabilidad lumbar permanente, según datos del Journal of Spine.
"Es como si tu espalda olvidara cómo sostenerte. La recuperación puede ser tan dura como la misión misma", explicó el exastronauta Scott Kelly, quien pasó 340 días en la EEI.
Aunque la NASA tiene un protocolo de 45 días con ejercicio diario para recuperar masa muscular y ósea, expertos independientes señalan que:
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El proceso real puede durar hasta 1.5 veces la duración de la misión (en este caso, más de un año).
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Williams y Wilmore deberán entrenar 2 horas diarias, 7 días a la semana, con fisioterapeutas especializados.
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El 20% de los astronautas nunca recupera totalmente su densidad ósea previa al vuelo.
Este caso reabre el debate sobre los límites del cuerpo humano en viajes espaciales largos, clave para las aspiraciones de llegar a Marte. "Si 9 meses causan daños irreversibles, ¿qué pasará en misiones de 3 años?", cuestionó el Dr. Emmanuel Urquieta, del Instituto Espacial Translacional.
Mientras Williams y Wilmore inician su lucha contra el reloj biológico, su experiencia se convierte en un campanazo para la ciencia: el espacio sigue siendo un entorno hostil, y cada día extra allí cobra un precio altísimo. La NASA estudia usar trajes de gravedad artificial y fármacos osteogénicos para mitigar estos efectos en futuras misiones.