Un capítulo de la historia gastronómica de la ciudad llegó a su fin: Sam’s, el icónico restaurante de comida cantonesa que durante 50 años deleitó a generaciones con sus platillos exóticos, cerró definitivamente sus puertas. El local, ubicado en [dirección si es conocida], ya luce desmantelado, con un letrero de traspaso y sin rastro de su famosa cocina oriental.
Fundado en la década de 1970, Sam’s fue pionero en llevar sabores asiáticos a San Luis, convirtiéndose en un referente con su propuesta de comida "divertida y exótica". En su época de esplendor (años 80 y 90), el restaurante era uno de los mayores anunciantes en radio y destino habitual para familias que buscaban experiencias culinarias distintas.
Sin embargo, con los años, el flujo de clientes decayó hasta volverse insostenible. "Era una aventura gastronómica difícil de imitar", recordaban sus chefs, pero la falta de demanda obligó al cierre. Hasta ahora, los antiguos dueños no han emitido declaraciones; solo queda el local vacío y la nostalgia de quienes lo frecuentaron.
Con su desaparición, San Luis pierde un pedazo de su identidad gastronómica, mientras los comensales lamentan el fin de una era. ¿Qué pasará con el inmueble? Por ahora, el traspaso es la única señal de su futuro.