El Palacio de Buckingham informó este jueves que el rey Carlos III fue sometido a un breve período de observación hospitalaria tras presentar efectos secundarios derivados de su tratamiento contra el cáncer, diagnosticado en febrero de 2023.
El monarca, de 76 años, recibió su terapia programada contra el cáncer por la mañana, pero experimentó reacciones adversas temporales que requirieron supervisión médica.
Aunque fue dado de alta el mismo día y regresó a su residencia en Clarence House, se cancelaron sus compromisos del jueves y viernes, incluida una visita a Birmingham y la recepción de credenciales de embajadores.
El palacio emitió disculpas públicas por los eventos pospuestos, destacando que la decisión fue una "medida de precaución" siguiendo recomendaciones médicas.
Carlos III fue diagnosticado con cáncer en 2023, durante una cirugía por un agrandamiento benigno de próstata. Aunque el palacio no ha especificado el tipo de cáncer, confirmó que no es prostático.
Desde entonces, ha mantenido un tratamiento ambulatorio (posiblemente inmunoterapia o terapia dirigida) y redujo su agenda pública, delegando algunas funciones en su hijo, el príncipe Guillermo.
El primer ministro Rishi Sunak y líderes mundiales han expresado su solidaridad.
La familia real asegura que el rey sigue "positivo" frente a su recuperación, aunque prioriza su salud.
Mientras el Reino Unido sigue de cerca su evolución, este episodio refuerza los protocolos de transparencia sobre la salud real, marcando un contraste con la tradicional discreción de la monarquía británica.
