La cifra de víctimas por el fuerte terremoto en Birmania sigue en aumento. Según el último informe de la junta militar, al menos 694 personas han muerto y 1,670 resultaron heridas tras el movimiento telúrico que sacudió el país.

El epicentro del sismo, registrado a 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing y a una profundidad de 10 km, provocó el colapso de numerosas estructuras, incluyendo el emblemático Puente Ava. Minutos después, una réplica de magnitud 6.4 agravó los daños, dejando carreteras partidas y comunidades aisladas.

Ante la magnitud de la tragedia, el gobierno militar declaró el estado de emergencia en seis regiones y, en un giro poco común, solicitó ayuda internacional para atender a los damnificados. Equipos de rescate trabajan contrarreloj en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros.