Por séptima ocasión consecutiva, el Papa Francisco no pudo presidir el rezo del Ángelus dominical debido a su proceso de recuperación en el Vaticano, tras haber pasado más de cinco semanas hospitalizado por una neumonía bilateral. En su ausencia, envió un mensaje en el que instó a los católicos a vivir la Cuaresma como un “tiempo de curación”, reflejando su propia experiencia de enfermedad. 

El Santo Padre fue dado de alta el pasado domingo del Hospital Gemelli de Roma, donde permaneció internado por 38 días debido a la complicación respiratoria. Aunque ha mostrado ligeras mejorías, la Santa Sede informó que aún enfrenta dificultades para hablar con fluidez y que su recuperación tomará al menos dos meses, con terapias de rehabilitación y restricciones en su agenda pública. 

A pesar de su ausencia física, el Papa sigue activo en sus comunicaciones con los fieles. Su mensaje dominical fue leído por un colaborador y enfatizó la importancia de la Cuaresma en el contexto del Jubileo, invitando a los creyentes a fortalecer su fe y encontrar sanación en este tiempo litúrgico.

Mientras el pontífice continúa su proceso de recuperación, el Vaticano ha asegurado que su estado de salud está bajo control y que las audiencias públicas seguirán suspendidas hasta que los médicos lo consideren oportuno. Su evolución será clave para determinar cuándo podrá retomar su actividad pastoral de manera presencial.