El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revocado los permisos otorgados a varias petroleras, incluida la española Repsol, para exportar crudo y derivados desde Venezuela. Esta decisión, anunciada el pasado domingo, forma parte de una estrategia más amplia para aumentar la presión económica sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Además de Repsol, las compañías afectadas por esta medida son Global Oil Terminals, Eni, Maurel & Prom y Reliance Industries. Estas empresas, que habían recibido autorizaciones temporales durante la administración anterior, deberán cesar sus operaciones en Venezuela antes de finales de mayo. Asimismo, Trump ha impuesto un arancel del 25% a los países que importen petróleo y gas venezolano, afectando directamente a naciones como España.
Repsol, que producía alrededor de 67 millones de barriles diarios en Venezuela y tenía una exposición financiera de 504 millones de euros en el país, ha expresado su intención de buscar soluciones junto a las autoridades estadounidenses para continuar sus operaciones. Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, enfatizó la existencia de un "diálogo abierto y fluido" con la administración de Trump y destacó el apoyo recibido del gobierno español en este proceso.
Esta revocación de permisos y la imposición de aranceles adicionales refuerzan las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela, con el objetivo de aislar aún más al régimen de Maduro y presionar por cambios políticos en el país sudamericano.