El 14 de febrero de 2025, un dron Shahed 136, de fabricación iraní y operado por Rusia, impactó la estructura conocida como "Nuevo Confinamiento Seguro" (NCS) que resguarda el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil. El ataque causó un incendio que no fue extinguido hasta el 7 de marzo, tres semanas después del impacto.
Hryhoriy Ishchenko, jefe de la agencia estatal ucraniana encargada de la zona de exclusión de Chernóbil, indicó que la prioridad es cerrar el agujero de aproximadamente 15 metros cuadrados y reparar las más de 200 perforaciones adicionales realizadas durante las labores de extinción del incendio.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de ser responsable del ataque, calificándolo como una amenaza terrorista. Por su parte, Rusia negó su implicación, sugiriendo que se trató de una provocación por parte de Ucrania.
Afortunadamente, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que el incidente no provocó un aumento en los niveles de radiación y que no se registraron fugas radiactivas. La agencia continúa monitoreando la situación de cerca.
Autoridades ucranianas explicaron que la soldadura y reparación en el sitio no son viables debido a la alta radiación, que pondría en riesgo a los trabajadores. "La cubierta fue ensamblada a distancia y luego deslizada sobre rieles hasta su posición actual. Como esos rieles fueron retirados, ahora debemos encontrar otra solución", indicó.
Por su parte, Jan Vande Putte, de Greenpeace Ucrania, cree que la única opción para una reparación segura es volver a colocar la estructura del NSC sobre los rieles y devolverla a su posición original. Solo entonces se podrán realizar las costosas reparaciones necesarias, cuyo costo exacto aún es incierto.