El 2 de abril de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un nuevo régimen arancelario que impone un arancel base del 10% a todas las importaciones extranjeras. Además, se establecieron aranceles adicionales de hasta el 54% para ciertos países considerados “infractores” en prácticas comerciales. Sin embargo, México y Canadá, principales socios comerciales de EE.UU., fueron exentos de estas nuevas tarifas debido a su pertenencia al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Aunque México y Canadá están exentos del arancel base del 10%, ambos países seguirán sujetos a tarifas del 25% para productos que no cumplen con las regulaciones del T-MEC, especialmente en sectores como acero, aluminio y autopartes. Esta medida busca incentivar la producción local y abordar preocupaciones relacionadas con la inmigración ilegal y el contrabando de fentanilo.
La decisión de eximir a México y Canadá de los nuevos aranceles refleja la importancia estratégica de estas naciones en la economía estadounidense y podría interpretarse como una táctica de negociación para futuras discusiones comerciales. No obstante, expertos advierten que las tarifas existentes y las nuevas medidas podrían afectar las relaciones comerciales y la estabilidad económica en la región.