Este viernes, Israel anunció una nueva ofensiva terrestre en la ciudad de Gaza, menos de 48 horas después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu declarara su intención de incrementar la presión militar sobre Hamás para lograr la liberación de los rehenes que aún mantiene el grupo palestino.

De acuerdo con la agencia de Defensa Civil en Gaza, al menos 30 palestinos murieron durante las operaciones militares. Una fuente hospitalaria reportó que estas muertes se produjeron tras un bombardeo en la ciudad de Jan Yunis, ubicada en el sur del enclave.

Desde que Israel reanudó su ofensiva el pasado 18 de marzo —tras una tregua de dos meses— ha sostenido que la presión militar es el único camino para forzar a Hamás a liberar a más de medio centenar de rehenes, tanto vivos como muertos.

“En las últimas horas, las fuerzas israelíes comenzaron a realizar actividades terrestres en la zona de Shujaiya, al este de Ciudad de Gaza, con el fin de ampliar la zona de seguridad”, detalló un comunicado del ejército, en referencia al perímetro de amortiguamiento que Tel Aviv busca consolidar en el límite con Egipto e Israel.

En el transcurso de esta nueva incursión, el ejército israelí afirmó que eliminó a varios combatientes y destruyó infraestructura militar de Hamás, incluyendo un centro de mando y control.

Además, señaló que los soldados han habilitado rutas organizadas para facilitar la evacuación de civiles que se encuentran en medio del combate, aunque no ofreció detalles sobre la efectividad o alcance de estas medidas.

La mayoría de los 2.4 millones de habitantes de Gaza se encuentran desplazados a causa de los constantes ataques y viven en condiciones extremas, mientras Israel continúa restringiendo el acceso de ayuda humanitaria a este territorio devastado por la guerra.