Por Redacción Contra Réplica

Islas deshabitadas Heard y McDonald acabaron en la lista de aranceles de EE.UU.

Las islas Heard y McDonald, en Australia no han sido visitadas por humanos en diez años. Lo que muchos expertos en comercio señalan como "un error" en la imposición de aranceles al resto del mundo.

Dos pequeños y remotos islotes poblados por pingüinos y focas se encuentran entre los lugares más recónditos que se verán afectados por los nuevos aranceles de la administración Trump. Las islas Heard y McDonald, ubicadas a 4.000 km al suroeste de Australia, solo son accesibles mediante un viaje en barco de siete días desde Perth, y no han sido visitadas por humanos en casi una década. El ministro de Comercio australiano, Don Farrell, declaró que los aranceles fueron "claramente un error".

"Pobres pingüinos, no sé qué le hicieron a Trump, pero, para ser honestos, creo que es un indicio de que este fue un proceso apresurado", declaró.

El presidente Trump presentó el miércoles un amplio plan de aranceles para las importaciones, en represalia por lo que, según él, por las barreras comerciales injustas para los productos estadounidenses impuestas por otros países. Otros territorios australianos también se vieron afectados por los nuevos aranceles, además del archipiélago noruego de Svalbard, las islas Malvinas/Falkland y el Territorio Británico del Océano Índico.

Al igual que el resto de Australia, las islas Heard y McDonald, las islas Cocos (Keeling) y la isla de Navidad están ahora sujetas a un arancel del 10 %. Se impuso un arancel del 29 % a la Isla Norfolk, que también es territorio australiano y tiene una población de aproximadamente 2.200 personas. Sin embargo, la isla Heard es árida, gélida y completamente deshabitada; alberga el volcán más grande y único activo de Australia, el Big Ben, y está cubierta en su mayor parte por glaciares. Se cree que la última vez que se visitó la Isla Heard fue en 2016, cuando un grupo de radioaficionados transmitió desde allí con autorización del gobierno australiano.

Es difícil obtener una visión clara de la relación comercial entre las islas Heard y McDonald y Estados Unidos. Según datos de exportación del Banco Mundial, en los últimos años las islas han exportado una pequeña cantidad de productos a Estados Unidos. Sin embargo, en 2022, Estados Unidos importó US$1,4 millones del territorio, casi todos productos de "maquinaria y aparatos eléctricos" sin identificar.

El diario británico The Guardian también ha informado de que un análisis de los datos de importación y los registros de envío de Estados Unidos sugiere que los aranceles impuestos a las islas Heard y McDonald, así como a la isla Norfolk, se basan en datos incorrectos. Al igual que ocurre con muchos gobiernos de todo el mundo, los aranceles han frustrado a los líderes australianos, y Albanese afirma que son "totalmente injustificados" y "no son el acto de un amigo".