Un reciente hallazgo en el Parque Nacional Tikal, en Guatemala, ha revelado un altar de piedra tallado con símbolos propios de Teotihuacan, antigua ciudad ubicada en el centro de México. Según el Ministerio de Cultura guatemalteco, el descubrimiento aporta evidencia contundente de los vínculos que existieron entre ambas civilizaciones hace más de 1,500 años. El altar fue encontrado dentro de una estructura ceremonial que, de acuerdo con los arqueólogos, habría sido utilizada para rituales de alto nivel político y religioso.
La pieza muestra representaciones iconográficas similares a las del Templo de la Serpiente Emplumada, uno de los principales recintos ceremoniales en Teotihuacan. Expertos del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal, en colaboración con la Universidad de San Carlos de Guatemala y el Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), señalaron que el altar se asocia a un momento clave de transformación política en la ciudad maya, particularmente con la llegada de Siyaj K’ahk’, un emisario de Teotihuacan que, según registros epigráficos, conquistó Tikal en el año 378 d.C.
Este descubrimiento refuerza la teoría de que Teotihuacan no solo tuvo una relación comercial con los mayas, sino que también ejerció influencia directa en el ámbito político y militar. La interacción entre ambas culturas se ha documentado antes en estelas y entierros de élite, pero este altar proporciona nueva información sobre los espacios donde se llevaban a cabo estos intercambios ceremoniales.
Las autoridades guatemaltecas han anunciado que el altar será conservado y protegido como parte del patrimonio nacional, y formará parte de una próxima exposición sobre los vínculos entre Mesoamérica y el altiplano central. El hallazgo ha despertado interés internacional, destacando la riqueza histórica de Tikal, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979.