A partir del 9 de abril de 2025, Canadá comenzó a aplicar un arancel del 25% a determinados automóviles fabricados en Estados Unidos. Esta medida es una represalia directa a los gravámenes impuestos previamente por la administración de Donald Trump a vehículos extranjeros.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció que estos aranceles se dirigirán específicamente a vehículos que no cumplen con los requisitos establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Particularmente, se enfocan en aquellos que no alcanzan el 75% de contenido regional necesario para beneficiarse de las preferencias arancelarias del tratado.
Esta acción se produce después de que Estados Unidos impusiera aranceles del 25% a las importaciones de vehículos, afectando significativamente al sector automotriz canadiense. El ministro de Finanzas de Canadá, François-Philippe Champagne, enfatizó que el gobierno continuará defendiendo a sus trabajadores e industrias frente a lo que consideran aranceles injustificados.
La relación comercial entre Canadá y Estados Unidos se ha visto tensionada por estas medidas proteccionistas. Canadá busca, con esta respuesta, presionar a la administración estadounidense para que reconsidere sus políticas arancelarias y se restablezca un comercio más equilibrado y justo entre ambos países.