Por Redacción Contra Réplica

EE. UU. revierte recortes en ayuda alimentaria, pero mantiene restricciones en Afganistán y Yemen

La administración Trump restauró parcialmente la financiación de ayuda alimentaria en algunos países, pero los recortes en Afganistán y Yemen, devastados por la guerra, siguen vigentes, poniendo en riesgo la vida de millones de personas.

Trump ha decidido restaurar parcialmente la financiación para programas de ayuda alimentaria en varios países, pero mantiene los recortes en Afganistán y Yemen, dos de los países más devastados por la guerra y la pobreza. La medida ha generado preocupaciones sobre el impacto humanitario en millones de personas que dependen de esta asistencia.

Estados Unidos había recortado inicialmente los fondos para proyectos de ayuda alimentaria de emergencia en más de una docena de países, como parte de un esfuerzo para reducir los gastos en ayuda exterior. Entre los países afectados se encontraban Somalia, Siria, Líbano, Jordania, Irak y Ecuador, donde los recortes habrían puesto en peligro la asistencia a millones de personas necesitadas. Sin embargo, tras la presión de organizaciones internacionales y miembros del Congreso, la administración ha decidido restaurar la financiación en algunos de estos países, aunque los recortes en Afganistán y Yemen permanecen vigentes.

Afganistán y Yemen son dos países que ya enfrentan graves crisis humanitarias debido a años de conflicto armado. En Afganistán, más de 23 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria, y los recortes a la asistencia alimentaria podrían afectar a millones de personas, incluyendo a más de 650,000 niños desnutridos. En Yemen, la guerra civil ha generado una grave crisis alimentaria, y los recortes impactarán a más de 2.4 millones de personas que dependen de la ayuda alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Los funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) han explicado que la restauración de la financiación se debió a una “mala comunicación” y la presión de diversos actores internacionales. A pesar de esto, organizaciones humanitarias advierten que los recortes siguen siendo desastrosos para los países más afectados por la guerra, y temen que los efectos a largo plazo sean devastadores para millones de personas.

El director ejecutivo del Laboratorio de Investigación Humanitaria de Yale, Nathaniel Raymond, advirtió que los recortes podrían ser “un evento potencial de extinción para dos generaciones”, debido a la falta de recursos para evitar la muerte por hambre y enfermedades. Por su parte, organizaciones como el Comité Internacional de Rescate y el Fondo de Población de las Naciones Unidas han alertado que los recortes en salud materna y servicios de atención a la violencia de género pondrán en peligro la vida de miles de personas vulnerables, especialmente mujeres y niños.

La crisis humanitaria en estos países sigue siendo un desafío urgente que requiere respuestas coordinadas y un compromiso sostenido por parte de la comunidad internacional.