El martes, miles de indígenas marcharon en Brasilia para exigir al Estado que garantice y amplíe sus derechos sobre las tierras tradicionales, que consideran clave para mitigar la crisis climática global. La protesta fue el evento principal del Campamento Tierra Libre, una reunión anual de comunidades indígenas de Brasil y América Latina, que en esta edición celebró su 21ª edición.
Los manifestantes portaban carteles con mensajes como “Derechos a la tierra = Acción climática” mientras caminaban hacia la Plaza de los Tres Poderes, el corazón político de Brasil, donde se encuentran el Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial.
Durante la marcha, Luene Karipuna, indígena del estado amazónico de Amapá, destacó que los territorios indígenas son los más preservados y juegan un papel crucial en frenar la crisis climática, pero también son los más afectados. “Lo sentimos directamente en nuestras tierras, donde perdimos toda nuestra cosecha de yuca, nuestro alimento básico en mi comunidad”, afirmó Karipuna.
En Brasil, el 13% del territorio está compuesto por tierras indígenas reconocidas, la mayoría de ellas ubicadas en la Amazonía.