El Papa Francisco volvió a sorprender a los fieles este miércoles al aparecer inesperadamente en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, a pesar de encontrarse aún en convalecencia tras una reciente infección respiratoria. A bordo de una silla de ruedas, el pontífice llegó alrededor de las 13:00 h local para observar los resultados de la restauración de la zona de la Cátedra de San Pedro, uno de los puntos más emblemáticos de la basílica, y aprovechar la ocasión para saludar a los restauradores encargados del trabajo.

Durante su visita, el Papa se mostró cercano y accesible, bendiciendo a varios niños y a grupos de peregrinos que, como muchos otros, se encontraban en Roma con motivo del Jubileo. La presencia del pontífice causó una gran emoción entre los fieles presentes, quienes aprovecharon la oportunidad para recibir su bendición y saludarlo. Francisco, siempre atento, también conversó con los restauradores, elogiando su arduo trabajo y mostrando interés por las condiciones de la basílica, especialmente en los días de mayor afluencia debido a las celebraciones del Jubileo.

Este gesto inesperado se suma a la serie de apariciones sorpresivas del Papa en los últimos días, como su regreso a la misa del Jubileo de los enfermos el pasado domingo, cuando también sorprendió a los asistentes con su presencia. Además, el lunes recibió en su residencia a los reyes Carlos y Camila de Inglaterra, una visita que no estaba programada.

El Papa Francisco sigue recuperándose de una grave infección respiratoria que lo mantuvo ingresado durante 38 días. Actualmente, se encuentra descansando en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, pero su presencia en la basílica demuestra su constante deseo de estar cerca de su comunidad, incluso en medio de su convalecencia.