A más de 15 años de su matrimonio con el empresario François-Henri Pinault, Salma Hayek sorprendió al confesar que no fue una decisión completamente voluntaria. En una entrevista reciente con la revista Glamour, la actriz reveló que su familia organizó lo que describió como una “intervención” para llevarla al juzgado y concretar su boda civil con el magnate francés, actual presidente del grupo Kering.

“La razón por la que fue en un juzgado es porque me arrastraron hasta allí. Fue como una intervención”, relató Hayek, al tiempo que reconoció su fobia al matrimonio. A pesar de que Pinault le propuso casarse en varias ocasiones, ella siempre posponía la ceremonia, aceptando solo de palabra. Finalmente, sus padres y su hermano la convencieron de formalizar su relación el 14 de febrero de 2009 en París, y meses después celebraron una boda religiosa en Venecia.

Con el paso del tiempo, la actriz logró reconciliarse con la idea del matrimonio. “Luego dije: ‘Está bien, no me siento diferente’. Y más tarde pensé: ‘Esto es un poco emocionante’”, expresó. Actualmente, Hayek y Pinault son considerados una de las parejas más estables del mundo del espectáculo, y comparten una hija, Valentina Paloma, nacida en 2007.

François-Henri Pinault, nacido en Rennes en 1962, es uno de los empresarios más influyentes del sector del lujo. Al frente de Kering, conglomerado que incluye marcas como Gucci, Balenciaga y Yves Saint Laurent, ha impulsado iniciativas en sostenibilidad y equidad de género. También es reconocido por su filantropía, como la donación de 100 millones de euros para la restauración de Notre Dame tras el incendio de 2019.