Con la finalidad de reducir el riesgo de contagio por la enfermedad de Chagas, los Servicios de Salud del Estado de San Luis Potosí han intensificado las labores de vigilancia entomológica en zonas prioritarias. Este padecimiento, causado por el parásito Trypanosoma cruzi, se transmite comúnmente por contacto con las heces de una chinche conocida como “vinchuca” o “chinche besucona”. Otras formas de contagio incluyen la transmisión congénita, transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos y el consumo de alimentos contaminados.
Durante 2024, el área de Vectores trabajó en cinco localidades clasificadas como de riesgo, inspeccionando un total de 763 viviendas. Para este 2025, se contempla ampliar la cobertura a seis comunidades más, en las que se llevarán a cabo actividades de detección, control del insecto vector y promoción de medidas preventivas. Además, este año se han registrado cuatro casos crónicos sin síntomas aparentes, cuyos pacientes ya se encuentran bajo tratamiento médico.
La enfermedad de Chagas puede presentarse en dos fases: una aguda, que suele ser asintomática o con síntomas leves como inflamación en el área de la picadura; y una crónica, que en casos graves puede provocar daño a órganos como el corazón, el esófago o el colon. Identificada por primera vez hace más de un siglo por el médico brasileño Carlos Chagas, esta enfermedad representa aún hoy un desafío importante para la salud pública en América Latina.
Las autoridades sanitarias reiteraron la importancia de la colaboración comunitaria para prevenir la presencia del vector. Mantener los espacios limpios y ordenados, evitar que las mascotas duerman dentro de las casas y alejar los corrales de aves de las habitaciones son acciones fundamentales para evitar la infestación. La detección temprana y la eliminación del insecto transmisor son clave para frenar la transmisión en zonas endémicas.