Por Redacción Contra Réplica

Francia Márquez defiende su legado y denuncia racismo dentro del gobierno de Gustavo Petro

La vicepresidenta de Colombia hace un balance autocrítico de la gestión progresista y reconoce la falta de respaldo institucional a su liderazgo como mujer afrodescendiente.

Francia Márquez, reconoció los logros del primer gobierno progresista de su país, encabezado por Gustavo Petro, pero también expuso con franqueza las limitaciones estructurales que han frenado su papel como líder dentro de la administración. En entrevista reciente, aseguró que no ha contado con el respaldo necesario para consolidar su liderazgo, a pesar de haber sido un rostro clave en la campaña que llevó a Petro a la presidencia. Márquez sostuvo que su gestión al frente del Ministerio de Igualdad se vio afectada por la falta de presupuesto y apoyo político, y denunció abiertamente que incluso dentro de la izquierda persisten prácticas racistas y patriarcales.

Francia Márquez defendió los avances logrados durante su periodo en el gobierno, como el reconocimiento constitucional de la población afrodescendiente, la creación de una comisión para la reparación histórica del racismo, y la consolidación del Ministerio de Igualdad y Equidad. También destacó su impulso a una política internacional con enfoque afrocentrado, especialmente en el fortalecimiento de los vínculos con África, que calificó como un acto estratégico y necesario. No obstante, lamentó que estas iniciativas hayan sido blanco de ataques racistas, como cuando fue acusada de “irse de safari” durante una visita diplomática al continente africano.

Al hablar sobre los errores del gobierno, Márquez señaló que se permitió la entrada de actores ajenos al movimiento progresista, lo que generó tensiones internas y debilitó la agenda de transformación. También criticó el retorno de figuras vinculadas a escándalos, como Laura Sarabia y Armando Benedetti, lo que provocó una fuerte tormenta política. “No soy de hierro, el racismo duele”, expresó, al reconocer que su papel ha sido constantemente cuestionado no por su capacidad, sino por prejuicios arraigados. Reiteró que llegó al gobierno no solo para crear una institución, sino para ejercer el poder junto al presidente, algo que no se ha concretado plenamente.

A pesar de los obstáculos, Francia Márquez afirmó que seguirá resistiendo y trabajando por las mujeres y comunidades históricamente marginadas. A sus 43 años, con una vida marcada por la lucha desde las montañas del Cauca, dijo tener la firme convicción de que su paso por el gobierno ha abierto una puerta que no debe volver a cerrarse para las nuevas generaciones de niñas negras. “Reconozco los avances, pero también los errores. No me voy a quedar callada por estar en el poder. Mi lucha no termina aquí”, sentenció.