¿Cuánto cuesta realmente fabricar un bolso de lujo? Esa es la pregunta que ha sacudido a la industria de la moda tras una ola de revelaciones en TikTok, donde varios fabricantes chinos han expuesto el verdadero costo de estos codiciados productos. La polémica ha encendido una discusión entre consumidores, cuestionando las prácticas de grandes marcas y el precio que pagan por un símbolo de estatus.
El detonante de esta tendencia fue una serie de videos virales que muestran los supuestos costos de fabricación de bolsas como las famosas Birkin de Hermès, cuyo precio en el mercado puede alcanzar los 40 mil dólares. Según el usuario @senbags, estos artículos se producen en fábricas chinas por alrededor de 1,200 a 1,500 dólares, para luego ser enviados a países como Francia o Italia, donde simplemente se les añade el logo y la etiqueta de origen europeo. "Este bolso se vende por $35,000 y cuesta $1,250 fabricarlo", afirma en uno de sus videos, que ya acumula cerca de 10 millones de vistas.
La viralización de este contenido ocurre en medio de crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. Con aranceles de hasta el 125% por parte de Washington y un 84% de respuesta de Pekín, algunos fabricantes han optado por una estrategia de transparencia que busca evidenciar los márgenes de ganancia de las firmas occidentales.
Otra usuaria, @lunasourcingChina, refuerza estas denuncias al afirmar que muchas marcas de lujo comparten las mismas líneas de producción en China. “El material y los fabricantes son básicamente los mismos”, asegura, señalando que lo que verdaderamente encarece el producto es la etiqueta.
Las reacciones no se han hecho esperar. En los comentarios, miles de usuarios debaten sobre la ética del consumo de lujo, el valor simbólico de las marcas y las prácticas del marketing moderno. Mientras algunos consumidores expresan sentirse engañados, otros defienden el valor aspiracional que representan estos productos.
Este fenómeno no solo pone en jaque la reputación de las marcas de lujo, sino que también abre una nueva conversación sobre el papel de la transparencia en una industria donde el prestigio ha sido históricamente más valioso que la materia prima.