La temporada de Cuaresma no solo es un periodo espiritual, también representa una ocasión para replantear los hábitos alimenticios con opciones más nutritivas y sostenibles. Así lo expresó la doctora Mónica Acebo Martínez, secretaria de Vinculación y Extensión de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), quien destacó que las prácticas de esta época pueden mantenerse a largo plazo como parte de una dieta equilibrada y consciente.
Entre los ingredientes clave para estas preparaciones están las leguminosas como habas y lentejas, que aportan fibra, proteínas y energía. También se sugiere aprovechar vegetales de temporada como los nopales, ya que su consumo reduce el impacto ambiental y es más económico para las familias. De acuerdo con la especialista, priorizar alimentos frescos y locales favorece tanto la salud como el entorno.
El pescado, los mariscos y otras fuentes de proteína magra también forman parte esencial del menú cuaresmal. La doctora Acebo recomienda optar por métodos de cocción sencillos como el vapor o la parrilla, que conservan mejor los nutrientes. Asimismo, invitó a hacer ajustes en los postres típicos como la capirotada, integrando ingredientes más saludables como pan integral y frutas frescas para equilibrar sabor y nutrición.
Finalmente, subrayó la necesidad de reducir el consumo de bebidas azucaradas y volver a opciones más naturales como el agua simple o infusiones caseras. Además, llamó a fomentar estos hábitos desde la infancia, acompañándolos de actividad física, descanso adecuado y convivencia familiar, con el fin de fortalecer el sistema inmunológico y elevar la calidad de vida en general.