Una jueza federal de Estados Unidos dictaminó que Google incurrió en prácticas monopólicas para dominar el mercado de la publicidad en internet, lo que representa un revés significativo para el gigante tecnológico. Según el fallo de la jueza Leonie Brinkema, Google “emprendió deliberadamente una serie de acciones anticompetencia” que le permitieron adquirir y mantener una posición dominante, afectando a clientes y competidores por igual.
El caso, iniciado por el gobierno de Joe Biden en 2023 y llevado a juicio en 2024, argumentó que Google impuso contratos restrictivos, integró tecnológicamente sus servicios de anuncios y estableció políticas que impedían la libre competencia. La jueza concluyó que estas prácticas ocasionaron un “daño significativo” al mercado, y ordenó a la empresa presentar un plan de corrección en un plazo de siete días.
Google respondió que apelará la decisión. “Hemos ganado la mitad del caso y vamos a recurrir la otra mitad”, señaló Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Regulatorios. Sin embargo, fiscales como Letitia James, de Nueva York, celebraron el fallo: “Los monopolios de Google dejan menos para quienes dependen de la publicidad digital, desde grandes medios hasta pequeños creadores”.
El futuro del caso podría cambiar con el nuevo gobierno de Donald Trump, quien ha sugerido no estar a favor de dividir a la empresa, argumentando que afectaría la competitividad global de EE.UU. Mientras tanto, Google enfrenta otro fallo adverso por prácticas similares en el mercado de las búsquedas en internet, lo que intensifica el escrutinio sobre sus operaciones en distintos frentes digitales.