Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Western en Ontario, Canadá, ha revelado que las personas con trastorno por consumo de cannabis presentan niveles elevados de dopamina en áreas del cerebro relacionadas con la psicosis, como la sustancia negra y el área tegmental ventral. Utilizando técnicas avanzadas de resonancia magnética sensibles a la neuromelanina, los investigadores observaron acumulaciones anormales de esta sustancia, indicativas de una actividad dopaminérgica excesiva.
La dopamina es un neurotransmisor crucial para funciones como la motivación, el estado de ánimo y el aprendizaje. Sin embargo, niveles excesivos pueden alterar procesos cerebrales normales y aumentar el riesgo de psicosis, especialmente en individuos vulnerables. Los hallazgos sugieren que el consumo crónico de cannabis podría inducir cambios neuroquímicos similares a los observados en trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
La Dra. Lena Palaniyappan, autora principal del estudio, enfatizó la importancia de estos resultados: "Ahora tenemos evidencias que muestran una línea recta que vincula el cannabis con la dopamina y la psicosis que nunca antes se había mostrado". Los expertos advierten que estos efectos podrían ser más pronunciados en adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, y destacan la necesidad de informar a la población sobre los posibles riesgos del consumo excesivo de marihuana.
Este estudio refuerza la creciente evidencia de que el uso prolongado y excesivo de cannabis puede tener consecuencias significativas en la salud mental, subrayando la importancia de políticas públicas que regulen su consumo y promuevan la educación sobre sus efectos potenciales.