El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) activó una nueva estrategia de control migratorio con el lanzamiento de una polémica campaña de anuncios que promueven la autodeportación. A través de la app "CBP Home", el gobierno de Joe Biden —en un movimiento que refuerza las políticas de su predecesor Donald Trump— insta a personas indocumentadas a entregarse voluntariamente, advirtiendo que de no hacerlo, enfrentarán multas diarias, prisión y deportación inmediata.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Interior, fue la encargada de presentar esta iniciativa multimillonaria que se transmitirá en televisión, internet y redes sociales, tanto en Estados Unidos como en el extranjero. La campaña destaca con crudeza los supuestos vínculos entre inmigración irregular y crímenes violentos, utilizando frases como “pederastas”, “violadores” y “asesinos” para describir a personas sin estatus migratorio legal, lo que ha generado fuertes críticas por su tono estigmatizante y generalizador.
Los anuncios, disponibles en múltiples idiomas, forman parte de una estrategia hiperdirigida que busca alcanzar directamente a migrantes a través de redes sociales, mensajes de texto y otras plataformas digitales. El objetivo declarado: disuadir tanto a quienes ya viven en Estados Unidos sin documentos como a quienes planean migrar en busca de una mejor vida. “Váyanse ahora”, fue el mensaje que Noem dirigió a las cámaras, mientras promovía la descarga gratuita de la app que facilita el proceso de entrega voluntaria.
Aunque desde el DHS se asegura que esta medida responde a un intento por “ordenar” la política migratoria, defensores de derechos humanos han calificado la campaña como una forma de intimidación institucional. El uso de herramientas tecnológicas para impulsar la autodeportación plantea cuestionamientos éticos y legales sobre la manera en que se abordan las realidades migratorias, especialmente en contextos de vulnerabilidad social y económica.