La plaza de San Pedro se prepara para uno de los momentos más significativos de su historia reciente: el funeral del papa Francisco, que tendrá lugar el próximo viernes 26 de abril a las 10:00 horas, tiempo local de Roma. El evento, que contará con la asistencia de Jefes de Estado y representantes de distintas religiones, será presidido por el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, en cumplimiento de las disposiciones dejadas por el propio pontífice en su testamento.
Antes de la ceremonia, este miércoles comenzará el traslado solemne del cuerpo del papa, encabezado por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell. La procesión partirá tras un momento de oración y recorrerá puntos simbólicos del Vaticano como la plaza Santa Marta, los Protomártires Romanos y el Arco de las Campanas, para finalmente ingresar a la Basílica por la puerta central. Allí, en el Altar de la Confesión, se celebrará una Liturgia de la Palabra antes de la apertura al público.
Miles de fieles se darán cita para rendir homenaje a Jorge Mario Bergoglio, quien en vida decidió modificar algunos rituales tradicionales del funeral papal. A diferencia de sus predecesores, el cuerpo será colocado en un ataúd de madera con interior de zinc, directamente expuesto y sin báculo papal ni catafalco, como parte de su visión de un papado más sobrio y cercano. El tiempo durante el cual estará expuesto aún no ha sido definido por las autoridades vaticanas.
Una vez concluida la misa fúnebre, el féretro será llevado a la Basílica de Santa María la Mayor, sitio que el propio Francisco eligió como su lugar de descanso final. El papa argentino, primer latinoamericano en asumir el pontificado, será despedido en una ceremonia que marcará no solo el cierre de una etapa en la Iglesia Católica, sino también el homenaje de un mundo conmovido por su legado de sencillez, justicia social y fe.