Los más recientes bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza dejaron al menos 14 muertos, en su mayoría mujeres e infantes, según autoridades locales. Entre las víctimas se encuentran cuatro infantes y sus padres, quienes murieron al ser alcanzados durante un ataque en el campamento de refugiados de Jabaliya. En otro incidente, una casa de varios pisos en Jan Yunis fue destruida, provocando la muerte de nueve personas, incluidos una niña de dos años y sus padres.
"Estaban dormidos, durmiendo en la paz de Dios. No tenían nada que ver con nada", lamentó Awad Dahliz, abuelo de la menor fallecida. Las autoridades sanitarias indicaron que la cifra de víctimas palestinas desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023 ya supera las 51 mil personas, la mayoría mujeres y niños. Israel afirma haber matado a unos 20 mil combatientes de Hamás, aunque no ha presentado pruebas concluyentes.
Los ataques de este martes también destruyeron al menos nueve excavadoras, un camión cisterna, un generador móvil y un vehículo para aguas residuales, equipos que habían sido donados por Egipto, Qatar y organizaciones humanitarias para despejar escombros y rescatar sobrevivientes. El municipio de Jabaliya denunció que las máquinas estaban en su estacionamiento y eran esenciales para la recuperación de zonas devastadas.
En el sur del Líbano, un dron israelí mató a Hussein Atwi, miembro de la Hermandad Musulmana, mientras otro ataque dejó una víctima más en la provincia de Tiro. Israel mantiene operaciones militares en territorio libanés pese a un alto el fuego previo con Hezbollah. Desde noviembre, al menos 190 personas han muerto y más de 480 han resultado heridas en el sur del país.
Por otra parte, la Yihad Islámica Palestina denunció la detención de dos de sus altos mandos en Siria, días después de una inusual visita del presidente palestino Mahmoud Abbas a Damasco. Las detenciones se dan en un contexto de tensiones entre distintas facciones palestinas y una región profundamente afectada por conflictos cruzados.