La tregua de Pascua anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, ha sido objeto de controversia, ya que tanto Rusia como Ucrania se han acusado mutuamente de violar el cese temporal de hostilidades. Putin había declarado una “tregua humanitaria” de 30 horas para conmemorar la Pascua, un gesto que hubiera representado un alto en más de tres años de conflicto. Sin embargo, a pesar del compromiso del presidente ucraniano Volodímir Zelenski de respetar la tregua, Ucrania denunció que Rusia continuó con sus ofensivas.
Desde el inicio de la tregua, el sábado a las 18:00 horas, Zelenski acusó a Rusia de seguir atacando, y reportó nuevas ofensivas. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, alegó que unidades ucranianas intentaron llevar a cabo ataques en varias regiones de Donetsk, zona parcialmente controlada por fuerzas rusas. Además, las autoridades rusas informaron de ataques ucranianos en las regiones fronterizas de Briansk, Kursk y Belgorod, que resultaron en muertes y varios heridos entre los civiles.
Zelenski, en respuesta, aseguró que el ejército ruso había continuado lanzando operaciones en Pokrovsk y Siversk, en el frente oriental, utilizando armamento pesado. Según el mandatario ucraniano, las violaciones de la tregua alcanzaron un total de 2 mil 935 incidentes, con un incremento de bombardeos y ataques en varias zonas, especialmente en Pokrovsk y Kursk, donde se registraron más de 96 asaltos rusos, mil 882 bombardeos y 950 usos de drones.
Mientras tanto, Donald Trump ha expresado su esperanza de que se logre un acuerdo entre ambos países durante esta semana, aunque la situación continúa siendo tensa y el futuro de la tregua parece incierto.