La participación de Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Madrid sigue envuelta en incertidumbre, mientras crecen las dudas entre aficionados y medios especializados. El número tres del mundo, bicampeón en la Caja Mágica, no ha entrenado desde su llegada a la capital española y ha centrado su agenda en compromisos promocionales, lo que alimenta la expectativa de cara a la rueda de prensa programada para este jueves.
Alcaraz, que terminó la final del torneo de Barcelona con molestias en el aductor derecho tras caer ante el danés Holger Rune, ha evitado hasta ahora tomar una decisión definitiva sobre su participación. El lunes asistió a los premios Laureus, el martes presentó su documental en una plataforma de streaming y este miércoles acudió a un evento como embajador de una marca, cancelando de nuevo sus entrenamientos.
Aunque el joven murciano expresó inicialmente su confianza en que las dolencias no fueran graves, un día después bajó el tono de su optimismo. "Hemos hecho pruebas y vamos a ver cómo salen", comentó con cautela, recordando que en 2024 ya disputó el torneo madrileño forzando su físico y terminó eliminado en cuartos de final por Andrey Rublev.
Feliciano López, director del torneo, trató de calmar los ánimos asegurando que las molestias no impedirían a Alcaraz jugar, pero la tensión crece a medida que pasan las horas sin una confirmación oficial. De jugar, el español debutaría el sábado frente al ganador del duelo entre Yoshihito Nishioka y Zizou Bergs.
Hasta ahora, el estado físico del tenista sigue siendo un misterio, y solo el jueves se despejará la incógnita sobre si buscará defender su título en uno de los torneos más importantes de la gira europea sobre tierra batida.